Libros p/grandes y chicos

EL DÍA QUE NIETZSCHE LLORÓ

IRVIN YALOM

Por Julieta Nardone

Con ese título “anzuelo”, el autor Irvin Yalom (Washington, 1931) compone una historia de encuentros que jamás acontecieron. Sin embargo, “todo lo profundo ama la máscara”, como decía el mismísimo Nietzsche.
Esta historia libresca y atrevida (1997, Emecé) acerca a figuras estelares del pensamiento occidental: el filósofo alemán, la seductora escritora Lou Andreas-Salomé, el célebre vienés Breuer (pionero  del psicoanálisis), y hasta encontramos una tímida intervención del jovencito Freud. Hágase el milagro literario… y lo improbable, se vuelve verosímil. La ficción logra que aquella mujer convenza al médico de psicoanalizar a Nietzsche sin que él -tan sensible al control del poder- se percate de ello. El desconocido filósofo manifiesta tendencias suicidas e insoportables migrañas. Sin embargo, esta propuesta envuelve una trama personal, pergeñada por aquella irresistible mujer... 
Una de las piezas más interesantes de la novela se exhibe ya en las puertas del libro, donde se cita como epígrafe una célebre frase del Zaratustra: “Hay quienes no pueden aflojar sus propias cadenas y sin embargo pueden liberar a sus amigos”. Solo del encuentro de estos geniales hombres puede suceder el acontecimiento de que Nietzsche haya llorado su humanidad frente a un amigo auténtico. El pensamiento se expande desde el deseo y se potencia con lo que le es afín. En lugar de un superhombre que represente la nueva tabla de valores (idea nietzscheana), sale a luz una ética del encuentro sin disolver las diferencias, manteniendo la tensión como única manera de abrirse al otro, experimentar anudamientos.  
¿Será capaz el “intérprete-sanador” de tolerar esa tensión sin el impulso por resolverla? ¿Cómo soportar las paradojas? “Es más fácil, mucho más fácil, obedecer a otro que gobernarse a sí mismo”.   En suma, la  condena de los que encarnan alguna verdad reside en que si cedemos a conocer, estamos obligados a ser libres.  (Aparece el eco de Charly cantando “Víctima de libertad, víctima de un sol extraño…”).  
Son los contrasentidos que pulverizan el sentido único. Operación para seres vitalistas: “¿Vivió su vida o fue vivido por ella?”  /  “(...) ¿Sabe cuál es la verdadera pregunta para un pensador? La verdadera pregunta es: ¿Cuánta verdad puedo tolerar? No es una ocupación para pacientes que quieran eliminar la tensión y llevar una vida tranquila”, declara con energía nuestro protagonista.
Nota de color, y con el corazón ligero para no caer en la desesperación ante la certidumbre de que existimos para morir, o bien en virtud del desenfreno por querer vivir la propia vida (¡vaya paradojas!): un grafitti porteño -cuenta el filósofo argentino Feinmann- ironiza con la propuesta filosófica del alemán:
Dios ha muerto.
     (Nietzsche)
Nietzsche ha muerto.
      (Dios)



LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL
LOS TRES DEL MES
VIDA DE PARAGUAS Y OTRAS POESÍAS, de María Martin; ilustración a cargo de Orensztajn.
Las aventuras de un paraguas son poetizadas con armonía sonora y mucha diversión: “Vengo de un lugar lejano, pero no sé bien cuál. Solo recuerdo las manos y que ninguna era igual. Alguna vez fui sombrilla y otras tantas fui bastón. Abro o cierro mis varillas, según sea la ocasión”. Ideal para reflexionar sobre el vocabulario e invocar la imaginación de los niños a través de sugerentes paralelos y metáforas.

LA LUNA SE CAYÓ, de Laura Devetach; ilustración a cargo de  Pollini y Dugros.
Para los más chiquitos, de la genial y ya más que recomendada Devetach, esta historia comienza con un inquietante problema: la luna se descolgó del cielo y ahora un melón se hamaca en su lugar. Los habitantes de la granja están todos alarmados. El chivo, el perro, el gato, el burro… ¿podrán volverla a su sitio antes de que oscurezca y se los trague la  noche en el campo?

ENCICLOPEDIA DE MALOS ALUMNOS Y REBELDES QUE LLEGARON A GENIOS, de Blanchard Anne, Bloch Serge, Pouy Jean Bernard.
Cuando eran chicos no inspiraban demasiada confianza. Más tarde, se convertirán en grandes nombres de la historia, las ciencias y el arte. Todos ellos, hombres y mujeres, padecieron un comienzo caótico. Sin embargo, hoy dominan las páginas de los libros, y se cubren de gloria, y acaso no hubiéramos imaginado cómo fue su paso por la escuela, por las instituciones formativas… Un interesante trabajo de reflexión sobre la sana imperfección de los “héroes”.


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